viernes, 29 de mayo de 2009

Diario de una noche de primavera.

No me encuentro, a veces, ni en el espejo...

Relleno grietas y agujeros de mi interior y de mi exterior, grietas que en ocasiones llegan a ser tan profundas que la masilla no da más de si... Mi masilla es de secado rápido, "ultra rápido" dice en el paquete, pero como en la técnica del óleo... hay que esperar incluso años para quede realmente seco...

Siento el corazón tan lejano... no se dónde se halla, no se dónde hallarlo. Sé que llora por mi, porque no lo encuentro... porque he quedado fría como un témpano de hielo... porque me cuesta responder a los  besos que no siento sinceros... ¿o serán los míos?...

La música suena mientras escribo las letras que me ayudan a encontrarme, pero no entiendo lo que dicen y me embeleso...

Ya creo saber donde se encuentra el que me palpita la sangre, se marchó a buscar hace ya dos años y aún no ha vuelto... Sin mi permiso, pensó creer hacer el bien por mi y erró, yo no quería buscar nada, y ahora... ansío esperar, que pase algo, que pase alguien, realmente sincero, que ofrezca paz y amistad.

Ya nadie es sincero ni duradero, pocos se mantienen, y a veces me cuesta mantenerme y los entiendo, pero... siempre hay un pero que nunca encuentro... y últimamente ando perdiendo tantas cosas... La dignidad, esa que me hacia andar con la cabeza  mirando al cielo aunque estuviera nublado... que bien me sentía...

Ahora me pregunto de que color serán mis ojos mientras me miro al espejo y no me reconozco, y es cuando entiendo a Alfonso cuando me lo explicaba con sus ojos tiernos y sus cejas caídas, consumido en su delgadez y escondido tras su barba pelirroja... Y siempre con sus ojos tristes, ansiando que no me convierta en lo que es el...

Antes y  después... Ahora y más tarde... Y siempre a solas, con mis pensamientos que no logro redactar... 

jueves, 21 de mayo de 2009

Soy blanca como una nube

El sol quema su piel y se sienta allí donde la arena puede con el débil fuerza de mar. Siente la frialdad del océano en sus piernas y echa un pensamiento al agua a ver si crece, pero la marea se lo lleva y prefiere dejar la mente en blanco. Ya no siente la asfixia de Lorenzo y se vuelve arena arriba a tumbarse sobre azul y blanco, como un cielo transformado, y transformándose en formas extrañas al son de una nube. Está bien acompañada y no necesita hablar hasta que lo precise.

Es la más pálida, la que más se protege del agobio de Lorenzo, pero se lleva bien con el viejo y cuando discuten, va a llorarle al mar. El agua es su consuelo y le hace sentir las cosas más claras, sobre todo ala noche cuando en la ducha le acaricia las quemaduras con cuidado y consuelo. Pero ahora la arena es su cama y su indumentaria su almohada, mientras espera viajar a la república dominicana otra noche más y que le muerda un animal salvaje, que los tonos de piel se mezclen y las caricias se acompasen, como un blues con el crujir de las olas detrás y el azul del cielo y una nube sobre el batir del mar.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Imagino

Imagino una vida bajo un pensamiento platónico
y entre sueños me despierto por sonidos telefónicos.

Imagino un mundo sin puños
sueño despierta con vivir por ella lo que no pudo.

y es po la noche mientras el cigarro se consume
cuando espero a que se consuma mi cansancio
porque sin bolígrafo no encuentro mis que haceres alcalinos
mientras ella se queda sola, y a solas lo asume.

Al amanecer encuentro las cerezas abandonadas,
el salón las arropa en la oscuridad de las ventanas
y mi cansancio me impulsa a sentarme al borde
para observar la calle, pero mirar... no sé a donde.

Entre risas y guitarras
cruzo las piernas tranquila
mientras mi mano describe la Alpujarra, 
esa comarca andaluza donde descansan las águilas.

Sierras entre Castila y Andalucia, 
cordillera penibética a donde huyo sin guía.

Imagino que viajo sin dinero
y entre sueños me despierto por el sonido de mi monedero
discutiendo con mi conciencia
y haciendo las paces con mi ironía. 

What do you feel when you look in the mirror?
Are you proud?...

lunes, 4 de mayo de 2009

continuación de Leticia: Día de la Madre

Los zapatos me pesan entre grietas y es mi sombra quien me guía y me acompaña en este paseo. Los caballos de los carros me relinchan al pasar por el casino, y un comboy a ras me escupe arena de cansancio y pena...

No sé a dónde huyó mi sonrisa y soy osada al intentar encontrarla de camino a casa y con un picor maldito por debajo del ombligo. Intento olvidar mi presente para centrarme en nada, pero el servicio oficial no para por esta ladera y León y Castillo se me hace a cada paso más interminable, pero mando señales de humo a las matriarcas de los clanes cercanos, y es que una antigua batalla se llevó a la matriarca de mi clan... 

Primer mensaje:

A mi nueva jefa del clan, que tanto lucha por mi patriarca y por su clan, la que ha hecho el clan más grande y fuerte, se mantiene como un buen muro de contención como los de aquellas presas de la montaña...

Las señales de humo de agradecimiento se ven desde el horizonte....

Segundo mensaje:

Matriarca del clan hermano, hembra fuerte y de coraje, que arropó a dos crías después del frío que dejo aquella batalla, integrándolas en un clan desestructurado, y mostrándoles los camino posibles de seguir.

El aullido del lobo protector del clan,  en la cúspide de una ladera alta, ratifica que el mensaje ha llegado...

Tercer mensaje:

No forma parte de mi clan, ni de clanes cercanos o familiares, me topé con una cría de esta manada ya hace un tiempo, y parece que las relaciones son plenamente cordiales, la matriarca me acepta como una más del grupo, y cuando la sagrada lluvia y la tempestad azotaba en la llanura del campamento de mi clan, ellos me ofrecieron cobijo...

No necesitan dar señales, ellos esperan pacientes mi llegada...

Cuarto y último mensaje:

Las señales de humo deben de ser densas y oscuras para que las vean desde tan lejos, la distancia no ayuda a la vista, y quizás no llegue entero el mensaje, pero tengo que intentarlo, es la última de la lista, pero la más importante... De mi propio clan primario, de mi misma sangre, evolucionamos codo con codo, y ahora la distancia entre continentes nos separa... pero allá donde exista su pensamiento, le alcanzará el mío... debía de intentarlo, el agradecimiento por las herramientas que ahora poseo, los conocimientos y , sobre todo, las ganas de vida y de caza. 

No obtengo respuesta... Me dirijo a coger mi arco y, bien pegado al cuerpo de la flecha,  amarro un mensaje con una cuerda bien prensada. Quizás el impulso del viento arranque la hoja, pero yo he de intentarlo... Empuñando bien el cuerpo del arco, me centro en mis pies, colocándolos lentamente, alzo la vista, mi respiración el firme y pausada. Con el vientre duro y la espalda erguida, esto lista para lanzar la flecha mensajera. Cierro los ojos, mantengo la respiración lenta y pauso el pensamiento en un recuerdo, alzo la vista hacia el cielo de manera horizontal junto con la manos izquierda, que se mueve lentamente con el arco amarrado con ayuda de la dragonera, estoy lista, impulso mi mano derecha hacia la cuerda de tripas, y arrastro con fuerza la tensión del arco, mi mano, pegada a mi barbilla, siente la suavidad de mi piel, y mi espalda, la tensión y la fuerza de la distancia a la que tengo que mandar el mensaje, mi pecho llora, pero mi cuerpo decide crecer  y es ahí cuando se prepara, respira y suelta la cuerda relajando el brazo de manora horizontal... alea jacta es, ahora... solo queda la espera.