El avatar de nuestro costurero.

Contamos mil historias

mientras vivimos un presente incierto.

Caminamos por una línea inglesa

con un noble de la corte que no es concreto.

Trabajamos la muselina

y entre costuras encontramos cemento

de aquellos años en los que fe se tenía,

de un futuro mentiroso e incierto.

Descosemos lo mal cosido

y aunque nos parezca estúpido

esperamos a solas una respuesta

aún sabiendo que no será cierta,

esperamos, un rostro que ya es pasado

que en nuestro pensamiento aún no se ha apagado.

Y esperamos, y esperamos,

al que el tiempo haga historia

y se borde en nuestros pañuelos

demostrando el pasado que tenemos,

demostrando que aún nos queremos,

aunque ya no sea cierto...

09.02.09