mientras observo huellas de sueños
en los cristales del invierno,
mientras, escribiendo te pienso...
y se me acaba el aire
cuando escribo sin puntuaciones
al ritmo de un dedo
y de unos pasos...
mientras me asusta un portazo,
mientras mi mano describe un trazo,
una pincelada amarga de un encontronazo
con esta realidad brusca.
Mi mente siempre busca
y no sabe donde encontrarte.
Quisiera tenerte, olerte...
y, a veces, hasta quisiera matarte.
Tu sonrisa, la mas grande arrancarte,
porque quiero que te quedes aquí conmigo,
dando fe de que seguimos vivos,
acariciando nuestros sentidos
al ritmo de este sonido.
El roce de nuestros labios,
sentirse amado, que eso no pasa a diario,
y saber que no pasan en balde las hojas del calendario,
ser millonario, en sonrisas y en quereres,
teniendo claro lo que quieres
y que mi alma liberes
para sentirme molto benne.
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