viernes, 12 de junio de 2009

No quiero verte, vete.

El se va y vuelve, como las olas del mar, 
ella lo espera, lo vuelve a llamar, 
y se aleja por si acaso volviera
pero eso sólo le ayuda para angustiarse en su soledad.

Se convierte en su interrogación constante
cuando su caricia en su cuerpo aún está latente
y siente que es de un planeta, al suyo, diferente.
Es y a la vez no es. El es lo que ella siente.

Cuando arden son ligeros, 
el es tranquilo y tierno, 
ella felina y ardiente, 
así son en el sexo...

Ella decide mientras aún tiene su perfume entres las piernas, 
y de su cuerpo en la cama su huella.

Ella se aleja, 
ella se quema
y por eso no quiere tenerlo cerca.

No hay comentarios: