jueves, 26 de marzo de 2009

Madre


Hace tiempo que no te escribo, 
pero sabes que todos los días te pienso...

Tengo tu sangre corriendo entre mis venas, 
me forjaste en el taller de tu pensamiento
te doy las gracias cada vez que no miento, 
y cada vez pienso menos en que algún día volvieras...

Hace tiempo que no te siento cerca...
Tanto, que se enfría la cara, 
tanto, que el corazón se me para, 
hace tiempo que no siento el calor en mis venas...

Aprendí a no llorar por ti, 
y aún así, hoy me siento como esa niña que fui, 
aprendí a no preguntar por ti, 
y aún hoy tengo ese nudo ahí...

No te echo de menos porque no te recuerdo,
pero la banda sonora de mi vida 
está en esta partitura escrita
y no hay guitarra que me ayude cuando no te encuentro...

Cerré lo ojos en la niebla por ti, 
y ahora sólo caen rocas donde estaba despejado.
No conozco otra cosa que las tejas de mi tejado,
y hay veces que creo no poder sin ti...

Te siento lejos
y desde la  primera fase de la ejecución de un boceto
miento cuando digo que no te recuerdo, 
pero ese recuerdo está tan lejos... tan lejos...

Quiero aprender a llorar, 
porque soy fría, me siento fría...
y tanto compartir querría...
que busco a veces sin saber que quiero encontrar.

Me siento vacía cuando me dicen que no, 
me siento herida cuando nadie me cuida, 
no me siento cuando tocan mis heridas
y no las ves porque están escondidas...

Hay veces que toco fondo
pero sé que no puedo caer más bajo.
 
Después de largo letargo despierto en la noche, 
hoy voy a tocar la luz, 
hoy quiero ir donde estés tú...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Palabras cargadas de sentimiento y sensibilidad.Son preciosas.Un beso y arriba los corazones!!

Anónimo dijo...

Aunque he llegado tarde a descubrir tu talento, puedo decir que me ha sobrecogido este poema Bea...